🔶 Aunque tradicionalmente se ha atribuido a las grandes empresas y grupos familiares ciertas prácticas de nepotismo y luchas internas durante los procesos de transición de posiciones directivas, el estudio “Making Family Businesses Great in Perpetuity” dirigido por Claudio Fernández Aráoz (Harvard Business School) revela que las grandes empresas familiares gestionan mejor la sucesión de CEOs que las no familiares, logrando un mejor desempeño con menor riesgo y emprendiendo inversiones significativas y exitosas post-sucesión.
🔶 La investigación, que abarcó 58 grandes empresas familiares y 1406 firmas del S&P 1500, con más de 3000 transiciones entre 1994 y 2020 identificó cinco prácticas clave que explican este éxito:
✅ Planificación proactiva y estratégica de la sucesión: Las empresas familiares abordan la sucesión del CEO con una visión de largo plazo, a diferencia de las no familiares que suelen ejecutar procesos reactivos ante caídas de rendimiento.
✅ Liderazgo del proceso por consejeros familiares, con un mejor conocimiento de los candidatos internos y una perspectiva más amplia sobre las necesidades organizacionales.
✅ Integración eficaz del talento externo: Las empresas familiares son hábiles en la contratación e integración en su estructura de directores ejecutivos, tanto internos como externos, manteniendo un bajo riesgo en el proceso.
✅ Priorización de las evaluaciones rigurosas frente a una planificación formal y burocrática.
✅ Respaldo a los nuevos líderes desde el inicio: Las grandes empresas familiares respaldan y apoyan a sus nuevos CEOs desde el principio, lo que les permite además acometer inversiones importantes con mayor garantía de éxito.
▶ Contemplar estas estrategias puede permitir a las empresas no familiares mejorar en la selección de directores ejecutivos, y a los inversores tomar decisiones más informadas basadas en la estabilidad y el desempeño organizacional.